La mayoría de los propietarios cometen al menos uno de estos 3 errores comunes con puertas de garaje. Si está entre ellos, ¡es hora de hacer un cambio! Si lo hace, puede ahorrarle mucho dinero y evitar muchos accidentes.
No olvide las inspecciones anuales
Si cree que su puerta de garaje no requiere de una inspección anual por un profesional, ¡Está cometiendo un grave error!. Anualmente se debe llamar al técnico para que venga a hacer una inspección y el mantenimiento de puertas automáticas. Garantizarán que todas las piezas están en buen estado y funcionan correctamente.
Tener un profesional que haga pequeñas reparaciones y afine su puerta anualmente la mantendrá en buena forma por más tiempo y podría ahorrarle mucho dinero a largo plazo. Obviar el mantenimiento anual puede generarle pequeños problemas que se convierten en grandes y costosos.
También debe realizar un simple mantenimiento preventivo mensual por su cuenta para mantener su puerta de garaje en óptimas condiciones durante todo el año.
No postergue las reparaciones
Si observa alguna avería en su puerta de garaje, no posponga su reparación. Como se mencionó anteriormente, los problemas pequeños pueden escalar rápidamente a grandes que podrían terminar costando mucho dinero. Por ejemplo, si descubre que tiene un riel doblado, pero continúa accionando la puerta de su garaje como si nada estuviera mal, podría dañar todo el sistema automatizado y se tendría que reemplazar por completo. Si la puerta levadiza y/o puerta seccional es más ruidosa de lo habitual, tiembla o traquetea mientras está en funcionamiento, o tiene otro problema obvio, llame al técnico de inmediato.
No intente hacer reparaciones usted mismo
Otro de los errores comunes con puertas de garaje es intentar repararla por su cuenta. No intente reparaciones porque la puerta del garaje puede convertirse en un arma mortal si no sabes exactamente lo que estás haciendo. Un experto en puertas de garaje ha recibido formación especializada y por lo general cuenta con años de experiencia.
Como ya sabrá, las puertas de garaje están sometidas a una tensión y presión extremas. Si intenta hacer una reparación por su cuenta sin tener las habilidades adecuadas para hacerlo, algo podría romperse, la puerta podría caerse y usted o cualquier cosa en el camino de la puerta podría resultar gravemente herido o destruido.